Como repartidor la vida es simple, ir de un lugar a otro con el fin de entregar los idos; pero tomaste este trabajo por los rumores que de cuando en cuando, aparece una clienta caliente que más que un delivery busca un chico para satisfacer sus necesidades carnales. Tu dirás: “Algún día, algún día…”. Ciertamente ese día llegó pues al abrir te va una jovencita con grandes tetas y una mirada lasciva, que quiere tu paquete personal en lugar del que pidió. Lo siento jefe, pero hay mucho tráfico y voy a demorar un poco…

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